2020 es una fecha marcada en el calendario para el mundo de la construcción y el universo inmobiliario en toda Europa y, especialmente, en nuestro país. A partir de esa fecha todos los edificios tendrán que tener un consumo de energía ‘casi inexistente’ como recoge la Estrategia 2020 de la Comisión Europea (CE). Todo un reto para España donde el 60% de las viviendas se construyeron sin ninguna normativa de eficiencia energética, según datos del Ministerio de Fomento.
En nuestro país estamos en una época de cambio en lo que al modelo productivo de edificación se refiere. Hoy por hoy, las viviendas consumen el 17% de toda la energía de España; así como las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por los edificios han aumentado más de un 20% desde la década de los 90. A esto hay que sumarle que el 38% de los españoles admiten no estar satisfechos con el aislamiento (calor o frío) de sus viviendas, mientras que el 42% con el aislamiento contra el ruido.
En este escenario la carpintería de aluminio es un elemento indispensable en este cambio de paradigma, aportando sus peculiares características a la rehabilitación del parque edificatorio existente en nuestro país y dando vida a nuevos sistemas implementados en las construcciones realizadas a partir de ahora.
El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), asegura que el aislamiento térmico es un punto de partida para ahorrar energía, según indican los últimos estudios publicados. Bajas temperaturas como las que estamos registrando en estas fechas centran la atención del consumidor en la calefacción y en cómo conseguir que la casa se caliente al precio más bajo posible y ahorrando energía. Según datos del IDEA, subir un grado el termostato supone un aumento del 7% en el gasto de combustible.Es por ello que aislar una vivienda es una de las mejores inversiones que puede realizar un hogar para ahorrar dinero, energía y mejorar el medio ambiente.
Según los expertos, el ahorro de costes energéticos podría rondar el 60% sustituyendo simplemente las ventanas por ventanas de aluminio con rotura del puente térmico (RPT), pero medioambientalmente esto puede suponer un ahorro de energía anual de 16 millones de toneladas de gas.
Es por ello que los sistemas de aluminio se han convertido en la mejor opción para la fabricación de ventanas y puertas. Su resistencia a la corrosión, ligereza, robustez y eficiencia energética, así como su versatilidad lo convierten en una pieza clave para un modelo de edificación comprometido con el medio ambiente.